domingo, 31 de agosto de 2014

Miradas.

Hay momentos en los que una persona tiene que saber lo que quiere.
Arriba o abajo, dentro o fuera, odiar o amar.
Levantas la vista y lo único que ves frente al espejo es desesperación, desesperación por unos ojos que ya no miran, por unos brazos que ya no abrazan, por unos labios que ya no besan.
Levantas la vista y lo único que ves es una mirada perdida examinandote, lo único que ves es indecisión, indecisión por no saber que hacer, si correr o quedarte quieto, si ser tu o ser como los demás quieren que seas.
Levantas la vista y ves un espejo que te mira, ves ira, ves sufrimiento pero sigues sin saber que hacer, ves añoranza pero sabes que ella no va a volver.