Eres mi hilo agua primaveral en mis días de sed, mi ola de viento fresco los días días de verano, eres mi triunfo y, con ellas, mis recompensas, eres la que me ayuda a salir de los malos tragos y me apoya ante el desprecio de ciertas personas, eres el silencio que me abarca al escribir estas palabras, eres esa canción que escucho a lo lejos cuando solo pienso en ti, eres estas palabras y serás todas las demás.
¿Eres capaz de percibir ese ruido? es como el otoño, como un camino de hojas secas siendo aplastadas, el canto de un gallo tras la salida del sol, el piar de un ruiseñor al caer el atardecer y el movimiento de las alas de un águila que vuela, veloz, hacia su presa.
El sonido del agua brotando por el arroyo, una puesta de sol en un lago, la colina en la primavera con el sonido del viento solitario, el sonido de una flauta, el resonar del solo de guitarra, una melodía a saxofón, el gemir de un oboe y los acordes de un fino piano
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