miércoles, 17 de octubre de 2012

Sus abrazos


Desde que se fue todo me sale mal, no doy una a derechas y lo único que hago es cagarla día tras día pensando que si ella estuviese aquí todo eso cambiaría, que aunque todo me saliese mal tenía una dama pelirroja con los ojos marrones como la madera que me abrazo cuando lo necesitaba y cuando no.

Sus abrazos eran una fuente de inspiración en los días de sequía de palabras, eran los días de verano caliente después de un diluvio, eran cada una de las de las páginas que tenía aquel abandonado diario al que ahora llamo vida, solo bastaba decirle que la necesitaba y al minuto me volvía otra vez persona cuando la veía aparecer por aquella esquina en la que habían pasado tantos acontecimientos reales y ficticios, era nuestro lugar de encuentro, nuestro nido aquel lugar abandonado y gris que cuando juntábamos nuestros labios a su lado se volvía azul.



Pero ahora no está y no estoy seguro del porqué de su marcha, pero ahora ya es demasiado tarde de su ida ahora solo me aprovisiono de su recuerdo, del recuerdo que tengo de sus mejillas, de sus labios finos, de sus ojos y de su boca.

viernes, 12 de octubre de 2012

El recuerdo


El anhelo de besar unos labios mojados, el anhelo de tener unos brazos siempre abiertos, esos brazos que por finos que sean dan mas calor que el sol incandescente una tarde de verano,  el anhelo de siempre tener algo que hacer por las tardes y saber que ese día no puede salir mal por el mero hecho de estar con la persona a la que quieres, el anhelo de besarla, abrazarla, mirarla, quererla , rozarla, hacerle de todo, pero desde que me dejó todo me sale mal, las horas no pasan desde que no estoy con ella, los días no tienen transcurso sin esas tardes.

Acostarse en la cama y suspirar mirando el reloj esperando a que el día pase, eso no es vida.

Vida era cuando me dormía pensando en ella y soñaba con una vida a su lado, vida era cuando me pasaba el día recordando su sonrisa y aun así todo, absolutamente todo, me salía bien.



Esto no es vida, ojala pudiese regresar a esos días fríos y arreglar todo lo malo que hice todo el daño, desintegrarlo y todo el amor, recuperarlo.

jueves, 4 de octubre de 2012

Felicidades.


La felicidad para una familia es aquello que les otorga la naturaleza y es aquello que tanto ansían.

La felicidad hecha realidad en menos de medio metro, ojos marrones cual madera esculpida a manos de un artista y piel lisa y sonrojada que con su cuerpo de pocos centímetros sujetan una cabeza con la nariz chata y sin apenas cejas cara redonda y labios finos.

En una habitación de color anaranjado de un hospital se encuentra una familia feliz por el nacimiento de aquello que tanto ansían y que tanto han estado buscando.

Habitación 322, siguiendo adelante por una puerta enorme te encuentras a una pelirroja que ya no tiene una vida en su interior, sino que la tiene a su lado, entre las sábanas blancas. Con la familia emocionada y el padre con lágrimas en los ojos, por fin lo tenían.

Entre felicitaciones, ánimos y apoyo múltiple a la madre se le pueden divisar en los ojos gotas de lágrimas cual diamante de 9 quilates.

Este no va a ser un relato excesivamente largo pero sólo quería darle mi más enhorabuena a mi tío y a mi tía que después de tanto esfuerzo han conseguido lo que querían.




Hugo, bienvenido a la familia.