Ese dolor que sientes tan dentro, ese dolor que traspasa la
venas y te llega al alma rozando el hipotálamo.
Llevo años escuchando la frase, la maldita frase que te
dicen y te dirán todas las madres y abuelas
No, si escuece no está curando, te lo digo por experiencia propia,
los trece años de vida que llevo sobre los hombros, de sol a sol, 5 de ellos
escuece, y mucho y en cinco años no se ha curado esa herida que me tiene
derrumbado en el fondo de una habitación redonda, en cinco años no se ha curado
y sigue hay, ardiendo como si fuese el primer día, el día en que me vertieron
ese líquido, dos gotitas han hecho falta para que aún, 5 años después diga
doliendo.
Hace ya cinco años y no te olvido, tu pérdida marcó mi
infancia, adolescencia, adultez y vejez, las pérdidas no se olvidan y menos la
tuya, siempre dentro, siempre escociendo y siempre recordando
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