lunes, 23 de marzo de 2015

Corre.

Corre. Vete. No te quedes aquí. Dame la espalda y vete. Vete. Huye. Sabes que quieres irte. Súbete a ese tren que te alejará y vete. Te lo digo por tu bien, no te quedes aquí. Corre. Mira los árboles pasar por la ventana. Mira los pájaros volar en contra del viento. Quiero que te vayas, que disfrutes. Quiero que sueñes con lo que pudo ser y no fue. Quiero que pienses en lo que está siendo y pudo no haber sido. Quiero que pienses en mi mientras corres. Quiero que pienses en ti. Quiero que pienses en nosotros mientras huyes en dirección contraria a mi boca. Quiero que mientras llevas tu maleta a cuestas me imagines a tu lado. Quiero que mientras te subes en el tren me veas llorando. Corre. Mira ese paisaje que se evapora. Mira ese cielo que poco a poco se vuelve azul. Corre, quiero que corras como si el mañana no existiera. Quiero que tu aliento se esfume con mi esperanza. Quiero que tus ojos no miren nunca atrás. Quiero que tus ojos nunca miren al suelo. Pero quiero que sonrias mientras corres. Quiero que sonrias mientras duermes. Quiero que tu boca siempre tenga dibujado eso que tanto me enamora. Vete. Huye de todo esto que te hace llorar. Quiero que escuches la canción que hacen tus pies al golpear el suelo. Quiero que notes que no puedes más. Y ahí, justo ahí, quiero que sigas adelante. Sé que el tiempo se nos va, sé que se me acaban los besos, sé que se me acaban las miradas para dejar paso a los recuerdos. Así que corre, vuela, vuela alto, vuela bajo, da igual como vueles, solo saca a batir tus alas. Corre entre la gente, corre dando empujones, corre pisando a todo aquel que te encuentres por el camino. Solo corre. Pero por favor, mientras corres, recuerda que siempre estaré contigo, mientras corres quiero que sepas que todos mis suspiros, todas mis alegrías, han sido por ti, quiero que sepas que esto que siento es inexplicable y quiero que sepas que esto inexplicable se llama amor. Antes de que digas algo, solo quiero decirte que te quiero, y que por eso mismo, por que te quiero, porque me arde el pecho y suspira por ti y por tu boca, porque mis sonrisas van dirigidas a ti, por eso mismo, por que tu cuello es el centro de mi mundo, porque tus ojos son mi mundo entero, por eso mismo, quiero que corras. Sé que si te vas no volverás y si vuelves no te volveré a besar, pero vete, vete y no mires atrás.

Corre, yo no puedo hacerte feliz.

lunes, 9 de marzo de 2015

Erase una vez.

Erase una vez tu y yo, tumbados en tu cama con música de fondo, sonriendo y proyectando luz entre nuestros labios, acariciando ese pelo 1ue te cae por las mejillas dando lugar a una cascada que, en muchas ocasiones, me da la felicidad. Dibujando una sonrisa en tu boca con mis labios.
Uñas tuyas las cuales me dejan una bonita marca alrededor de todo el largo y el ancho de mi espalda, y eso me encanta.
Me encanta la sensación de tus dedos clavandose en mi espalda, recorriendome con agresividad, dejando marca allá por donde pasan.
Me encanta la sensación de tu saliva viajando alrededor de mi cuello, tu lengua dejando marca, provocandome escalofríos, terminando con esa sensación electrizante que me recorre todo el cuerpo para acabar en el pecho, a la altura del corazón.
Erase una vez un pulso acelerado por el simple hecho de sostenerte la mirada, de mirar al fondo de ese marrón profundo sabiendo que centímetros más abajo esta una sonrisa esperando a fundirse en una con la mía.
Erase una vez tu ombligo, siendo recorrido en todas direcciones por mi nariz, acariciandote el cuerpo entero, desde las mejillas hasta el cuello, desde el cuello hasta el final de tus piernas.
Erase una vez mi nariz, besada por tu boca.
Erase una vez tu.
Erase una vez yo.
Erase una vez nosotros.
Erase una vez el amor.