martes, 10 de noviembre de 2015

Tan cerca pero tan lejos.

Tan cerca pero a la vez tan lejos.
Tan cerca de tus besos pero tan lejos de tenerlos. Cerca, cerca de ti, lejos de tu amor. Cerca de tu sonrisa pero lejos de provocarla. Cerca de tu cuello pero, desgraciadamente, tan lejos de respirar el olor que desprende.
Cerca de ti, lejos de ti.
Tan cerca de ti que puedo ver como se paraliza el tiempo al mirarte, tan lejos de ti que soy consciente de que nunca, nunca podré abrazarte, nunca podré decirte cuánto te quiero, nunca podré besarte.
Tan cerca que puedo escuchar tu voz, escuchar los silencios de tus cuerdas al callar.
Tan lejos que veo como, día tras día, me cuesta más sostenerte la mirada.
Lo admito, admito que te tengo tan cerca que cada día te quiero más, admito que estás tan cerca que me duele admitir que cada día sueño con que el tiempo se pare cada vez que estoy contigo. Quiero que el tiempo se pare para que los momentos en que te tengo cerca, sean eternos.
Lo admito, admito que te tengo tan lejos que lo que siento por ti, lo sientes por otro.
Lo admito, admito que tengo miedo de mirarte mientras duermes a mi lado, te despiertes y me veas enamorado.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Mentiroso enamorado.

Mentiría si dijese que no echo de menos tus ojos, esos que constantemente me imagino mirándome, fijamente. Esos que me gusta imaginar que desprenden alegría al verme. Mentiría, mentiría y miento al decir que eres cosa del pasado, que no recuerdo tus abrazos, que no recuerdo aquel tiempo en el que me besabas, que no recuerdo tus manos junto a las mías, entrelazadas, enredadas. Miento al decir que el pasado pasó, viviendo en un presente donde no veo un futuro sin ti. Miento al decir que me gustaría volver a recordarte cuando lo que necesito es intentar olvidarte.
Miento, miento demasiado y me intento engañar a mi mismo, me intento engañar pensando que eres tan sólo una experiencia más para una historia que se está escribiendo y miento, miento al decir que sólo fuiste una página de mi libro.
Miento al decir que tu sonrisa ya no me da escalofríos.
Lo sé, soy un mentiroso, un mentiroso que sigue enamorado de aquella persona, aquella persona que le eriza la piel, aquella persona que le hipnotiza con tan sólo una sonrisa.
Un mentiroso que sigue enamorado de aquella persona que no miente al decir que ya no le quiere, que no miente al decir que no le echa de menos.

Y me gustaría, me gustaría dejar de mentir y, aquello que digo, fuera verdad.

jueves, 22 de octubre de 2015

Cansado de soñar.

Cansado de soñar. De soñar tu cuerpo y mi cuerpo unidos, de soñar con tu mirada, con tu respiración alterada en mi oreja, cansado de soñar con tus caricias alrededor de mi cuello, dulces, delicadas, ralentizadas. Cansado de tener escalofríos. Cansado de no poder respirar tu suspiro de placer. Cansado de soñar que cada día, cada hora, cada minuto, piensas en mi. Soñar. Soñar con viajes sin destino, con anocheceres bajo la brisa del mar, amaneceres bajo una sábana que nos cubre a mitad. Soñar. Soñar con tu susurro, con un te quiero a bajo volumen, con un mordisco en mi oreja. Soñar. Soñar noche tras noche, día tras día, con tu lengua alrededor de mi ombligo, con mi lengua recorriendo el camino de tu espalda. Soñar contigo tumbada sobre mi alfombra, suspirando. Soñar con tus dientes clavados en mi cuello. Soñar con una mirada, un gesto, un beso. Soñar con una caricia, una taza de café al despertar, un viaje alrededor de tu cuerpo.
Cansado de los sueños que no se hacen realidad.
Cansado de soñar tu boca junto a la mía, cansado de soñar con tu sonrisa recorriendome todo el cuerpo. Cansado de mirarte y no poder tocarte, cansado de soñar que no hago más que acariciarte. Cansado de soñar y no poder verte. Cansado, cansado de todo menos de quererte.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Iba a dejar de escribirte.

Justo iba a dejar de escribirte.
Iba a dejar de escribirte que cada noche me persiguen unos ojos marrones que reconozco.
Iba a dejar de escribir eso de que me vuelve loco cuando me miras, cuando siento tu mirada recorrerme y no te veo, cuando sonríes...
Iba a dejar de escribir eso de tu sonrisa, si, eso de que me encanta, eso de que ojalá no la borres nunca, esa sonrisa que me estremece.
Iba a dejar de escribir sueños que ni siquiera recuerdo, iba a dejar de hacer tachones sobre un papel ya arrugado, iba a dejar de romper papeles ya rotos.
Iba a dejar de escribir en segunda persona refiriéndome a ti.
Iba a dejar de escribir esos paseos por la playa que nunca se cumplieron, igual que de todos aquellos abrazos y de todos esos besos de los que también iba a dejar escribir.
Iba a dejar de escribir que hay algo dentro de mi, algo muy profundo que siento al fondo del pecho y me dice cada vez más alto que eres tu, eres tu esa persona que quiero.
Iba a dejar de escribir que quiero ser parte de ti, que cuando sonrías sea por mi culpa y cuando llores te seque las lágrimas.
Iba a dejar de describir esos besos que nunca me has dado, esa mirada con la que nunca me has mirado... Ese cuadro en tu espalda que nunca he dibujado.
Iba a dejar de escribirte tantas cosas... Tantos pensamientos, sentimientos... iba a dejar de intentar escribir sin mucho acierto lo que era el amor.

Iba a dejar de escribirte y, entonces, apareciste de nuevo.

jueves, 10 de septiembre de 2015

¿De verdad?

Pero... Te paras a mirar alrededor y dices ¿Quien esta ahora mismo conmigo? ¿De verdad estoy solo? ¿Me he quedado solo? Si, y es en ese mismo momento en el que te das cuenta que siempre has estado solo, siempre has mirado al final de la calle buscando unos ojos que te acompañasen pero un nunca encontrabas.
Es ese momento en el que te das cuenta de que nadie te desea buenas noches o te sonríe mientras te dice buenos días. Te das cuenta de que nadie ha estado ahí cuando más lo necesitabas, nadie que te dijera que todo iba a salir bien, nadie. Nadie con quien reír, con quien llorar, a quien besar... Nadie a quien decirle lo mal que estas, a quien contarle tus insomnios y con quien reírte de tus sueños.
Tío, estas solo y siempre lo has estado, no ha cambiado nada, estas igual que ayer y mañana estarás igual, sin nadie que te acompañe en tus paseos, sin nadie que te mire como nunca antes te ha mirado nadie, sin nadie que con tan sólo un beso te haga perder el sentido.
Sin nadie.

viernes, 28 de agosto de 2015

Antónimos

Éramos el norte y el sur, el este y el oeste. El día, la noche. El sol y el mar. El ying y el yang, almas completamente distintas luchando por ser una misma. La derecha y la izquierda, polos opuestos.
Éramos aquellas personas que se unen por inercia, que se besan por pasión, que se abrazan por necesidad, que se acarician por amor.
Éramos el fuego y el hielo. Éramos aquello increíblemente inexplicable. Éramos aquellos que buscaban la explicación en el sentimiento de un abrazo, aquellas explicaciones que sólo se podían encontrar en la última gota de aire del último suspiro entrecortado que surge de un beso.
Éramos blanco y negro. Ese impredecible contraste que se mira a los ojos y libera una inercia que da como resultado dos cuerpos fusionados, dos bocas unidas, los dedos entrelazados.
El suelo y el cielo. Aquello tan lejano que en el horizonte se fusiona. Aquello tan imposible que siempre funciona.
Éramos frío y calor. Éramos el agua desapareciendo junto al fuego.
Éramos opuestos.
Lo éramos.

martes, 25 de agosto de 2015

¿Quien soy?

¿Quien soy? ¿Soy alguien que sufre en la soledad de una sábana si compañía? ¿Soy alguien que piensa que todo va a mejorar? ¿Soy alguien que mira al suelo por temor a mirar a los ojos a una realidad que dice que no? ¿Soy alguien que cuando está tumbado en la cama mira al techo buscando respuestas? ¿Alguien que no llora para que no le vean? ¿Alguien que no grita para que no le escuchen? ¿Alguien que se aísla para no llevar a su miseria a nadie?
¿Que soy? ¿Soy un actor que da la cara de alguien que dice ser feliz? ¿Soy un cantante que se esfuerza por no sonar con voz entrecortada? ¿Soy alguien que no soy o alguien en que me esfuerzo ser?
¿Soy la hache intercalada? ¿El punto sobre la i? ¿El punto al final de una frase? ¿Alguien del que no se acuerdan, a quien dan de lado? ¿Alguien a quien olvidan?
¿Soy aquello que buscas pero nunca encuentras? ¿Aquello que encuentras pero nunca lo buscaste?
¿Quien soy?
¿Soy alguien que llora?
¿Alguien enamorado?
¿Soy alguien que busca algo que aún no ha encontrado?

¿Soy alguien?

miércoles, 29 de julio de 2015

Sabes lo que es?

Sabes lo que es?
Verla feliz con alguien que no eres tu?
Verla sonriendo y que esa sonrisa no la estas viendo en primer plano sino tan sólo de espectador. Ver que su mirada no te mira y sus labios no te besan. Ver que sus manos no te tocan y su respiración no recorre tu cuerpo.
Sabes lo que es?
Saber que sus te quiero van dirigidos a alguien que no eres tu. Saber que no ocupas sus pensamientos cuando no estas, saber que no sueña contigo.
Y sabes lo peor?
Que en ocasiones lo veo todo negro, veo que la única compañía que persevera son mis pensamientos, que mi sombra y yo estamos solos en este mundo y, en ocasiones, solo estoy yo.
No notar sus dientes en tus labios porque no es a ti a quien muerde, no escuchar sus susurros en el oído porque no es a ti a quien habla, a quien besa, a quien abraza. No sentir su calor porque no es a ti a quien ama.
Sabes lo que es ver que no está a tu lado? ver que un día, aquel día, se te escapó y ya no volverá. Porque no volverá.
Y lo sabes.
Sabes lo que duele saberlo? Saber que ya no volverá, que es de otro, que no te quiere. Saber que su cuello no está a tu alcance. Saber que su olor ya no volverá a clavarse en tu cabeza.
Sabes lo que es?
Que por la noche no se despida de ti, que al despertar no la veas con una sonrisa mientras te besa. Que su tacto se evapore de tus recuerdos.
Sabes lo que es?

Sabes lo que es estar enamorado de alguien que no te ama?

sábado, 4 de julio de 2015

Quiero recordar

Quiero recordar, recordar todas esas veces que me iluminaba el brillo de tu pelo, recordar esos suspiros de deseo, eso susurros en el suelo diciéndome que me querías mientras se me erizaba todo el pelo. Quiero recordar esas sonrisas, esos besos, esas miradas penetrantes, esas caricias por el cuello. Recordar que tu y yo éramos, fuimos, pero ya no somos. No sé por qué, pero quiero recordar todos esos momentos en los que dibujaba figuras en tu espalda, esos momentos en los que no queríamos ver el final, esos momentos que, día a día, segundo a segundo, me hacían soñar. Soñar contigo, soñar con nosotros, soñar con tus dedos en mi cabeza y mis manos en tu espalda, soñar con un abrazo, con un beso, soñar con nosotros en un futuro en el que no pase el tiempo. Quiero recordar, recordarte, recordar el fuego en tu pelo, tu lunar en el hombro, tu pequeña nariz, tu boca recorriendome la piel. Recordar tu risa, el olor de tu cuerpo, tu voz, recordar tu mirada reflejando tu interior. Quiero recordar esas cosas que se me quedaron grabadas a fuego en ese lugar que esos ineptos llaman corazón. Esas cosas que sucedieron, esas cosas que ya no suceden y que nunca sucederán. Porque tu no estas aquí. Tu no estas aquí, te fuiste dejando tu olor en mi nariz, te fuiste dejando recuerdos a la espalda, te fuiste para no volver. Te fuiste cuando más te quería, cuando más te necesitaba, te fuiste y, de nosotros, ya no queda nada. Quiero recordar esos deseos de un para siempre que se convirtieron en un hasta nunca, quiero recordar esos deseos de un futuro que se convirtieron en pasado.
Quiero recordar tu mirada.
Recordar tu pelo.
Recordar tu sonrisa.
Recordar tus besos.
Quiero recordarte...

¿Quiero recordarte?

martes, 9 de junio de 2015

Una de tantas

Esta es la historia de una niña, que tomó una decisión, ella sola y sin autoestima decidió para la canción que suena al fondo de su pecho y que llamamos corazón, por culpa de su reflejo decidió decir adiós.
En el fondo de su café había una gota de amargor, era un sollozo en la pared, el dolor en su corazón. Se apartaba de los demás, se escondía tras un rincón, ella temía al que dirán encerrada en su habitación.
Y la vida se le escapa como el agua por la cascada, como la foto que rompió, como el ayer y el mañana.
Ella solo se odia a si misma, mira el espejo y lo destruye, y se compara con artistas mientras su estima disminuye.
No sabe bien a donde va, ella solo hace que, no sabe que hacer ni que decir, quiere cortar ya de raíz.
Mientras dolida en su cuarto, no puede contener el llanto, ni el llanto ni los lamentos que viven dentro de su cuerpo.
Te quedaste a mi lado y caiste dormida. Tumbada sobre la cama veía pasar la vida. Castaña de ojos marrones y el alma perdida... En la cara una lágrima... En el corazón la herida.
Y todo empieza a acabar, mientras que todo sigue igual, unos riéndose de los demás, otros buscando su final.
En este mundo del revés, mirando cara a la pared, odiando nuestro reflejo limitados por una red.
La chica dejo una última nota, explicando aquel por qué, la nota, sucia y medio rota, declaraba que...
Esto es una carta de despedida, me despido de todas aquellas personas que hicieron que me quitase la vida, de todas aquellas personas que me insultaban, que me humillaban, esas personas que me hacían sentir que no valía para nada.
No puedo más, no puedo seguir así. No puedo con todo.
Me siento impotente. Me siento inútil. Me siento basura. Me siento alguien que ha acabado aquí por error. Me siento alguien que no sabe si todo esto es por lo que soy o por lo que nunca he sido.
¿Por qué yo no podía ser feliz?
Escribo esto con lágrimas en el corazón y sangre en los ojos. 
Y lo veo, veo como, poco a poco, mi propia vida se me escapa entre estos dedos que ahora sostienen un cuchillo. Veo mis lágrimas caer y atravesarme la cara hasta llegar al cuello. Veo como, cada vez que miro, tengo una razón más y una esperanza menos.
Esta nota debería ser fácil de entender... Adiós.
Veo que mi sufrimiento no cesa, que ya nada me puede parar.
Que la vida es corta y ha llegado mi final.

lunes, 23 de marzo de 2015

Corre.

Corre. Vete. No te quedes aquí. Dame la espalda y vete. Vete. Huye. Sabes que quieres irte. Súbete a ese tren que te alejará y vete. Te lo digo por tu bien, no te quedes aquí. Corre. Mira los árboles pasar por la ventana. Mira los pájaros volar en contra del viento. Quiero que te vayas, que disfrutes. Quiero que sueñes con lo que pudo ser y no fue. Quiero que pienses en lo que está siendo y pudo no haber sido. Quiero que pienses en mi mientras corres. Quiero que pienses en ti. Quiero que pienses en nosotros mientras huyes en dirección contraria a mi boca. Quiero que mientras llevas tu maleta a cuestas me imagines a tu lado. Quiero que mientras te subes en el tren me veas llorando. Corre. Mira ese paisaje que se evapora. Mira ese cielo que poco a poco se vuelve azul. Corre, quiero que corras como si el mañana no existiera. Quiero que tu aliento se esfume con mi esperanza. Quiero que tus ojos no miren nunca atrás. Quiero que tus ojos nunca miren al suelo. Pero quiero que sonrias mientras corres. Quiero que sonrias mientras duermes. Quiero que tu boca siempre tenga dibujado eso que tanto me enamora. Vete. Huye de todo esto que te hace llorar. Quiero que escuches la canción que hacen tus pies al golpear el suelo. Quiero que notes que no puedes más. Y ahí, justo ahí, quiero que sigas adelante. Sé que el tiempo se nos va, sé que se me acaban los besos, sé que se me acaban las miradas para dejar paso a los recuerdos. Así que corre, vuela, vuela alto, vuela bajo, da igual como vueles, solo saca a batir tus alas. Corre entre la gente, corre dando empujones, corre pisando a todo aquel que te encuentres por el camino. Solo corre. Pero por favor, mientras corres, recuerda que siempre estaré contigo, mientras corres quiero que sepas que todos mis suspiros, todas mis alegrías, han sido por ti, quiero que sepas que esto que siento es inexplicable y quiero que sepas que esto inexplicable se llama amor. Antes de que digas algo, solo quiero decirte que te quiero, y que por eso mismo, por que te quiero, porque me arde el pecho y suspira por ti y por tu boca, porque mis sonrisas van dirigidas a ti, por eso mismo, por que tu cuello es el centro de mi mundo, porque tus ojos son mi mundo entero, por eso mismo, quiero que corras. Sé que si te vas no volverás y si vuelves no te volveré a besar, pero vete, vete y no mires atrás.

Corre, yo no puedo hacerte feliz.

lunes, 9 de marzo de 2015

Erase una vez.

Erase una vez tu y yo, tumbados en tu cama con música de fondo, sonriendo y proyectando luz entre nuestros labios, acariciando ese pelo 1ue te cae por las mejillas dando lugar a una cascada que, en muchas ocasiones, me da la felicidad. Dibujando una sonrisa en tu boca con mis labios.
Uñas tuyas las cuales me dejan una bonita marca alrededor de todo el largo y el ancho de mi espalda, y eso me encanta.
Me encanta la sensación de tus dedos clavandose en mi espalda, recorriendome con agresividad, dejando marca allá por donde pasan.
Me encanta la sensación de tu saliva viajando alrededor de mi cuello, tu lengua dejando marca, provocandome escalofríos, terminando con esa sensación electrizante que me recorre todo el cuerpo para acabar en el pecho, a la altura del corazón.
Erase una vez un pulso acelerado por el simple hecho de sostenerte la mirada, de mirar al fondo de ese marrón profundo sabiendo que centímetros más abajo esta una sonrisa esperando a fundirse en una con la mía.
Erase una vez tu ombligo, siendo recorrido en todas direcciones por mi nariz, acariciandote el cuerpo entero, desde las mejillas hasta el cuello, desde el cuello hasta el final de tus piernas.
Erase una vez mi nariz, besada por tu boca.
Erase una vez tu.
Erase una vez yo.
Erase una vez nosotros.
Erase una vez el amor.