Intento mentalizarme de que no pero cuando busco inspiración
lo que aparece en mi cabeza es tu imagen.
Tengo un lío en la cabeza que ni te imaginas, son como
espirales de dolor y confusión revoloteando a sus anchas por mi cerebro ya
cansado del rechazo, pero es que me despierto pensando en ti, justo igual que
cuando me duermo.
Eres el muro que se filtró entre las oxidadas verjas de mi
frío corazón, últimamente, tu eres mi esperanza, eres la que me anima, eres la
que está conmigo cuando todo se complica.
Me intento hacer el duro diciendo que no me importas, pero no,
yo sé perfectamente lo que hay en mi interior y aunque todos sepamos que allí
dentro todo es negro, ambos sabemos que entre todo ese sombrío mar de malos
recuerdos eres la vela que lo anima todo y que se filtró en mi sin ni siquiera
intentarlo.
Eres la que le da brillo a mis noches, la que me otorga luz,
la que está hay, la que no se va.
Eres difícil y sé todos tus defectos pero quizás es eso lo
que me encanta de ti, además, tienes las cualidades de una diosa y no te
cambiaría por nada.
Ojalá pudiera acercarme más a ti, besarte, mirarte, rozarte.
Ojalá.
Quiero hacer mil cosas contigo y quiero que te sientas
especial a mi lado, el destino nos juntó y aquí estamos.
Recuerdo un día en el que dije que podía conseguir todo lo
que me propusiera y apareciste
rompiendo, destrozando y desgarrando vilmente mis planes.
Y ya no sé que pensar, no sé que decir, si quiero vivir solo
o si quiero vivir por ti.
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